Llámenos 24/7 - Hospital Clínica Bíblica
Llámenos 24/7 - Hospital Clínica Bíblica

Noticias (Institucionales)

El legado que dejó la Dra. Marie Christina Cameron en el Hospital Clínica Bíblica

Las mujeres, la doctora Cameron y la construcción de la patria

San José, Costa Rica, agosto 2022.

  • Conocida como misionera y protectora de la niñez abandonada, una apasionada por la Enfermería y el amor al prójimo.
  • La Dra. Cameron tuvo mención importante en el libro “Mujeres del Bicentenario 1821-2021”.

El Hospital Clínica Bíblica le rindió homenaje a la Dra. Marie Christina Cameron McLean, quien ejerció por más de 35 años como enfermera -y directora médica-, de nuestra institución, desde 1933 hasta 1968. La canadiense fue conocida, entre otros atributos, como una importante misionera y protectora de la niñez abandonada de Costa Rica.

La Dra. Cameron estaba dotada de una extraordinaria fuerza de voluntad y determinación, lo cual le permitió dirigir el Hospital en momento complejos y tensos del desarrollo costarricense.

La historia del Hospital Clínica Bíblica se remonta al mes de octubre de 1921, fecha en que llegaron al país los misioneros británicos, el Dr. Enrique Strachan, y su esposa Susana Beamish de Strachan, además de sus tres hijos: Kenneth, Harry y Grace.

Los Strachan venían para realizar grandes campañas evangelísticas a través de todo el continente.

Sin embargo, Susana Strachan, que había recibido entrenamiento en Obstetricia, se encontró con un país en condiciones muy deplorables en materia de salud: de cada tres niños que nacían, uno no sobrevivía. Solamente había un hospital general, el San Juan de Dios, el cual no contaba con los adelantos actuales, y su cupo era tan limitado que los enfermos no cabían.

En ese momento, la Dra. Cameron supo gestionar con eficacia y sabiduría el trabajo del equipo médico, del personal de Enfermería, del área de Maternidad, y cuidados de la infancia pobre del país.


El legado para el Hospital Clínica Bíblica

La doctora Cameron dedicó prácticamente toda su vida a la abnegada labor del Hospital Clínica Bíblica, quien estuvo acompañada en su trayectoria por valiosísimos médicos de Costa Rica.

Asimismo, Cameron fue una de las principales promotoras de la Escuela de Enfermería, que preparó por muchos años a grupos selectos de señoritas cristianas en lo mejor de las disciplinas y técnicas de la Enfermería, de acuerdo con los mayores adelantos conseguidos en el extranjero.

A la cabeza de un extraordinario cuerpo de enfermeras siempre se destacó el liderazgo de la Dra. Cameron, quien para Lois Thiessen de la revista EL EVANGELIST, la historia del Hospital Clínica Bíblica y la carrera misionera de la Dra. Cameron están tan estrechamente entretejidas y ligadas, tanto que resulta difícil separar los hilos.

“Sin duda fue la pericia de sus manos sanadoras la que ayudó en forma mayúscula a derribar los fuertes muros de prejuicio que existían contra el nuevo hospital evangélico cuando ella vino. La carrera de la Dra. Cameron no fue sólo de medicina. Por muchos años enseñó también una clase bíblica para muchachas de ocho a doce años en la Escuela Dominical del Templo Bíblico”, agregó.

Su interés la llevó a organizar la construcción del Hogar Bíblico Roble Alto en San José de la Montaña, institución pionera en el cuido de la niñez desamparada.

También desarrolló programas de visitas rurales a Guanacaste y Santa Bárbara de Heredia. Una vez al año visitaba Colombia durante un mes, en el cual atendía entre 500 y 600 personas.

La Dra. Cameron siempre se preocupó por las condiciones económicas y sociales de la infancia huérfana, y de las madres solteras sin recursos o que vivían en la precariedad.


Homenaje y celebración

Estas y muchas otras historias fueron recordadas durante el evento que se llevó a cabo este miércoles 17 de agosto en el Auditorio Omega del Hospital Clínica Bíblica, en el marco del bicentenario de nuestro país, en homenaje a la Dra. Cameron.

La Dra. Cameron recibió una mención en el importante libro “Mujeres del Bicentenario 1821-2021”, el cual consta de casi 180 semblanzas de mujeres y más de 20 organizaciones que han luchado desde distintas trincheras por los derechos femeninos y, en general, por los derechos humanos.

Estas mujeres provienen de muchos sectores, de muchas disciplinas y de diferentes orígenes sociales, étnicos y económicos; y entre ellas, la Dra. Cameron.


Las mujeres, la doctora Cameron y la construcción de la patria”

Las mujeres, la doctora Cameron y la construcción de la patria

  • Homenaje a la doctora Marie Cameron

Muchísimas gracias al Hospital Clínica Bíblica por hacer un alto en sus afanes diarios para recordar a la doctora Marie Cameron, que vino a Costa Rica hace casi cien años para promover un modelo de medicina y atención de la niñez basado en la solidaridad cristiana.

Nuestro país celebró el año pasado el bicentenario de su independencia. Pudimos haberlo celebrado mucho más pero eran tiempos de pandemia y de escasez de recursos. ¡La pandemia sigue y la escasez también! Por eso se agradecen estos espacios para recordar que tenemos un país único, diferente a todos los demás, y una institucionalidad fuerte que continúa basándose en valores tan importantes como el de la solidaridad, y donde las mujeres hemos hecho un aporte fundamental.

En el marco de las celebraciones del Bicentenario, la primera vicepresidenta de la República, doña Epsy Campbell, impulsó una iniciativa dirigida a reconocer el aporte de las mujeres en la construcción de la patria. Quería un chorro de luz sobre las mujeres que en estos dos siglos han ayudado a construir lo que hoy somos como sociedad. Quería visibilizarlas en un libro para la historia, el cual se denominó “Mujeres del Bicentenario 1821-2021”.

La obra recoge más de 180 semblanzas de mujeres y reseñas de 20 organizaciones, en un esfuerzo inédito, hecho con gran rigurosidad y construido de forma participativa. La selección de los perfiles se hizo mediante el aporte de la academia, los centros de investigación y las organizaciones femeninas. Cada una de las mujeres superó la revisión de varios comités y de la curaduría histórica de la doctora Astrid Fischel.

Todas merecen ser parte de la obra, ninguna sobra, aunque seguramente muchas falten.

Uno de los aspectos que más me gusta del libro es su estructura. No queríamos una cronología o un recuento lineal. Nos decidimos por un enfoque en el que cada capítulo contuviera a las mujeres más destacadas en sus respectivos campos, pero de distintas épocas, cada capítulo juega con el tiempo, va y viene: las luchadoras contra las tiranías, las guerreras del sufragio, las mejores escritoras, las mejores artistas, las mejores deportistas, las rompedoras de brechas, las luchadoras por los derechos humanos, las líderes comunitarias, las científicas más reconocidas, las doctoras, parteras y enfermeras. En cada capítulo las pioneras en su campo le pasan la estafeta a una colega que en otra época y en otras condiciones toma el estandarte y sigue la lucha, porque ninguna lucha ha terminado.

En un lúcido ensayo introductorio, la doctora Yadira Calvo hace un enorme mural en el que se representan todas las discriminaciones sufridas por las mujeres, todos los obstáculos, todas las zancadillas. La destacada intelectual escribe cómo han tenido que luchar para alcanzar cada peldaño hacia la equidad. Nada nos ha sido concedido gratuitamente, todo ha sido luchado, nada ha sido fácil.

Sin embargo, lo verdaderamente hermoso es que, a pesar de todo, las mujeres de esta patria y las que han venido a nuestro país desde otras latitudes, como la doctora Cameron, han alcanzado increíbles logros, verdaderas hazañas. Y por supuesto que en el contexto oscuro de la cultura patriarcal todo les costó el doble.

En 1928, cuando la doctora Cameron llegó a Costa Rica, acaba de fundarse la Liga Feminista (1923). Las mujeres empezaban a levantar su vos, aunque pocos querían oírlas.

En esas primeras décadas del Siglo XX, uno de los intelectuales más reconocidos, opuesto al voto femenino, describía a la mujer como “colaboradora paciente, humilde y afectuosa del hombre”, ocupada en “las menudas labores de la casa”. Los otros varones lo aplaudían convencidos de que el voto femenino era inconveniente para ellos y para ellas.

Pero las ideas de igualdad de una mujer tan lúcida como Ángela Acuña iban a dar frutos no de inmediato, sino varias décadas después.

Digamos, en todo caso, que eran décadas muy convulsas en nuestro país y las mujeres estaban inquietas.

Me gusta pensar que la doctora Cameron compartió ideas de solidaridad y de compasión con otras mujeres de su época. Por ejemplo, las señoras bien de la San José de entonces, pensando en la niñez desamparada, fundaron en 1913 La Gota de Leche, una iniciativa para alimentar a los niños y niñas a fin de que pudieran aprovechar mejor las lecciones en la escuela. Y no pocas de las damas de la oligarquía cafetalera donaron parte de sus fortunas para crear orfanatos.

Unos años después del arribo de la doctora Cameron a Costa Rica, llegó también Sor María Romero, otra campeona de la solidaridad, cuya obra social se orientó a salvar a las jóvenes expuestas a la desintegración, la pobreza y el abandono.

Cuando seleccionamos al grupo que conformarían las mujeres del Bicentenario, el lugar de nacimiento no se tomó en cuenta. Vean que la doctora Cameron nació en Canadá y Sor María en Nicaragua.

Dentro de las mujeres del Bicentenario, la doctora Cameron forma parte de un grupo de mujeres que traen vida y conservan vida. Son esas parteras rurales, enfermeras, médicas y salubristas que han ayudado a construir nuestro robusto sistema de salud, ese que la pandemia ha puesto prueba y del que podemos sentirnos muy orgullosos.

Muchísimas gracias por permitirme contarles un poco del libro en el que trabajé con unas mujeres maravillosas y que hizo crecer mi admiración por Costa Rica y por las mujeres de mi patria.

Patricia León-Coto
Directora del Proyecto
Libro “Mujeres de Bicentenario 1821-2021”
Heredia, Costa Rica

Las mujeres, la doctora Cameron y la construcción de la patria”


Homenaje a las mujeres del hospital

Celebramos hoy a una mujer adelantada a su generación que no solo ha sido inspiración para muchas; sino que en su momento abrió camino en una sociedad históricamente desigual.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo; para el mes de agosto 2022, del total de personas ocupadas, 1,32 millones son hombres y 829 mil mujeres. Datos de la Unesco han dejado claro que respecto a profesiones relacionadas con las ciencias hay una brecha de género. Sabemos que las razones que impiden equidad en esos números son múltiples y reposan en el orden de lo socioeconómico, los roles asignados y las cargas domésticas que han sido ordenadas preferencialmente a las mujeres.

En medio de esa realidad sombría y poco alentadora, ha brillado desde 1929 la luz de Hospital Clínica Bíblica. Podemos reconocer con orgullo que, dentro de esta organización, las cosas han sido distintas. Hoy este auditorio está repleto de mujeres que han hecho hasta lo imposible por doblarle el brazo a las estadísticas.

Desde la visionaria doña Susana Strachan y más adelante la Dra. Marie Cameron; hasta la representación de mujeres que hoy nos acompañan, Hospital Clínica Bíblica ha sido un lugar privilegiado para el desarrollo y crecimiento profesional de mujeres capaces y líderes en sus campos de desarrollo.

Estas cuadras han sido testigos de profesionales de alta talla y desempeño que han enriquecido con su trabajo la calidad de la prestación de servicio en Hospital Clínica Bíblica. Reconocemos hoy en un puñado quizás injusto, pero sin duda oportuno, a las cientos de mujeres que eligieron el camino de la Dra. Cameron, destacándose y brillando como expertas de un área específica y permitiendo con su conocimiento que Hospital Clínica Bíblica fuera no solo el mejor centro de salud de la región, sino que se constituyera en un lugar seguro para el desarrollo profesional de las mujeres.

El libro que hoy celebramos se llama “Mujeres del Bicentenario”; pero si al grupo editor le dieran espacio no dudo que en poco tiempo compilarían “Las enfermeras del bicentenario”, “Las nutricionistas del bicentenario” o “Las médicas del bicentenario”. Puedo asegurar también que las páginas de todos esos libros habría representación del Hospital Clínica Bíblica.

Hace no mucho celebré 27 mayos de pertenecer a esta organización. Lo he dicho en público y en privado: Una de las cosas que más agradezco es trabajar en paz, con seguridad y con recursos para llevar adelante mis tareas; pero desde que soy madre; he podido agradecer a todo pulmón ser parte de una institución que me ha acompañado en ese caminar y a la cual no le han sido ajenas mis necesidades de estar presente también para mis hijos.

Sé que no estoy sola en ese canto de gratitud y que muchas de mis compañeras tienen innumerables historias que contar respecto a cuánto y cómo esta institución les ha permitido desarrollarse en los diferentes roles de su vida.

A quienes nos acompañan en este acto representativo; sepan que esta organización reconoce su siembra y aporte como herederas de las muchas virtudes de la Dra. Cameron.

En un día donde celebramos a uno de nuestros baluartes institucionales nos detenemos a agradecer a quienes pasaron por nuestra organización dando lo mejor de sí mismas y a quienes aún hoy nos acompañan siendo ejemplo de tenacidad y compromiso.

Dios permita que nuestro querido Hospital Clínica Bíblica sea semillero y lugar seguro para que muchas mujeres más puedan dejar en este lugar lo mejor de sus capacidades y a la vez, en una maravillosa reciprocidad; recibir lo mucho bueno que esta institución tiene para dar a quienes por ella pasamos.

A las representantes del comité editor aquí presentes, un sentido agradecimiento por dar visibilidad a la obra y entrega de la Dra. Marie Cameron, que siempre ha sido honrada y reconocida a lo interno de la nuestra organización y hoy gracias a la dedicación de ustedes, puede inspirar a más mujeres dentro y fuera de nuestro país. Que su mística y coraje nos inspiren por los próximos doscientos años.

Lic. Mónica Mora Peralta
Asesora Legal
Hospital Clínica Bíblica

Descargar pdf

Las mujeres, la doctora Cameron y la construcción de la patria”


Homenaje dedicado a la Dra. Marie C. Cameron, icono de nuestra institución, quien ademas tiene mención el libro ”Mujeres del bicentenario 1821-2021".

Ayer tuve el privilegio de estar en la despedida de un compañero que laboro para esta institución por más de 28 años.

Antes de empezar le pregunte, que le dejo la Clínica Bíblica, seguridad económica y estabilidad laboral. Y él como colaborador se le resalto su lealtad y compromiso en su trabajo.

Una cosa es entregar una herencia y otra cosa es dejar un legado. La doctora Cameron no nos entregó una herencia, pero si nos dejó un legado, son dos cosas muy diferentes. Conozco padres que entregaron grandes herencias a sus hijos pero no les dejaron un legado. Hoy esos hijos no tienen nada todo lo derrocharon, fueron malos administradores, entregar una herencia sin dejar un legado puede ser un desastre.

El apóstol Pablo nos die 1 Corintios 4:2 “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. 2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea halado fiel” En nuestro contexto diríamos “ahora bien, ser requiere, que cada colaborador, jefatura y director sea hallado fie”, que modelen con su forma de vivir lealtad, fidelidad, con un alto nivel de compromiso y pasión. Cuando se unen estos valores en todo nuestro quehacer, es cuando se produce una transformación en los diferentes ámbitos, social, política, familiar y laboral.

El apóstol Pablo nos sigue diciendo en su carta en I Corintios 15:58:

“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. Vano significa, inútilmente, sin efecto, huevo vacío, falta de solidez.

Nuestro trabajo si tiene un efecto positivo en la salud integral de nuestra nación, y es sólido porque nos hemos mantenido firmes y en continuo crecimiento, ninguna crisis nos ha detenido seguimos creciendo e innovando, porque el que sostiene esta Institución es nuestro Señor Jesucristo, a él sea todo honor y toda gloria.

Termino citando 2 Timoteo 4:7,8 que dice así: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

El llamado a todos los presentes hoy es que digamos como dijo el apóstol Pablo, “he acabado la carrera”. El reto que tenemos es que el día que acabemos la carrera aquí en la Clínica Bíblica, podamos dejar un legado a las siguientes generaciones.

Porque las herencias que puedas entregar son solo cosas que tendrán su fin, no son eternas, solo una cosa permanecerá, y es nuestro legado, que lo recordaran mientras vivamos aquí en la tierra como el legado que no dejo la Dra, Cameron y que seguirá en las próximas generaciones.

Lealtad, compromiso, y entrega absoluta a lo que amo, porque lo hacía con pasión, esto es lo que trae una verdaderamente transformación.

Henry Alvarez Alvarez
Capellán de la Unidad de Cuidado Espiritual