Es una técnica indolora, muy eficaz y ofrece resultados inmediatos.
La presoterapia, como lo explica su término, es una técnica en la que al paciente se le colocan unas botas, en el caso de que esté enfocado en piernas, o unas mangas para brazos, y utiliza diferentes presiones de aire para ayudar a eliminar la retención de líquido que pueda existir, debido a problemas venosos, o del sistema linfático, que se encarga en nuestro cuerpo de eliminar líquidos que ya no necesitamos, esto resulta un excelente recurso a la hora de tratar síndrome de piernas cansadas, inflamaciones localizadas, rehabilitación después de cirugías o, en el caso de brazos, linfedemas producto de cirugías por cáncer de mama.
Estas ondas de presión ayudan a que el flujo de sangre tenga el impulso que necesita para un retorno al corazón más efectivo.
La presoterapia tiene muchos beneficios, uno de ellos es que brinda una sensación de alivio y descanso en la zona donde se aplica.
Indicaciones:
- Retención de líquidos.
- Linfedemas (condición que se presenta después de cirugías relacionadas con el cáncer de mama).
- Estimula el sistema circulatorio.
- Como herramienta en tratamientos relacionados con la obesidad.
- Elimina toxinas del cuerpo.
- Rehabilitación postoperatoria: el drenaje linfático, durante la recuperación postoperatoria, permite agilizar la circulación y contribuye a una regeneración más efectiva de los tejidos del cuerpo.
Contraindicaciones:
- Aunque la presoterapia es una técnica sencilla, no dolorosa, ni invasiva y que, prácticamente, no tiene contraindicaciones, en algunos casos no es recomendable aplicarla:
- Trombosis venosa profunda (TVP).
- Infección de heridas en la zona del tratamiento.
- Si hay dolor o adormecimiento en la zona donde se va a aplicar.
- En casos de enfermedades cardiacas graves, o si la persona tiene un marcapasos (relativa).
- Paciente en tratamiento de cáncer.