San José, Costa Rica. Octubre, 2014.
Diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y del sistema digestivo, anemia, dislipidemia , algunos tipos de cáncer e infecciones, podrían aquejarle como consecuencia de una mala alimentación.
Una alimentación sana ayuda a evitar enfermedades crónicas, y le provee los nutrientes y las vitaminas que hacen que se goce de buena salud.
Según la Licda. Diana Portilla, nutricionista del Hospital Clínica Bíblica, “en todas las edades se podría descuidar la alimentación, esto depende de los hábitos adquiridos y de las situaciones en las que la persona se desenvuelva. Una mala alimentación puede traer problemas gastrointestinales como diarrea o estreñimiento”.
Siempre se ha escuchado, y no es un mito, que el desayuno es la comida más importante del día, ya que en esta se obtiene la energía y vitaminas necesarias que le van ayudar el resto del día para realizar todas las funciones.
Comer “en carrera” tiene una serie efectos negativos en nuestra salud tales como:
- Causa una serie de trastornos en la digestión, como pesadez, dolores de estómago y reflujo, entre otras, debido a que no se mastica apropiadamente.
- La falta de trituración de los alimentos hace que el cuerpo se esfuerce y gaste demasiada energía, restándosela al cuerpo, por lo que te sentirás más cansado.
- Al comer rápido, la comida puede pasar con aire, lo cual provoca dolores de estómago, gases y eructos.
- Comer rápido, con estrés o ansiedad provoca que los nutrientes en los alimentos no se absorban apropiadamente, así que aunque comas muy bien, los nutrientes se convertirán en toxinas si estás acelerado o nervioso por la prisa.
Estudios científicos han demostrado que las personas que distribuyen la mayor cantidad de calorías en el desayuno, controlan más la ansiedad durante el día, y bajan de peso más fácilmente.
“No es bueno saltarse ningún tiempo de comida. Es recomendable realizar 5 tiempos de comida al día (3 tiempos principales y 2 meriendas); esto aumentará el metabolismo y bajará de peso más fácil si es que este es el objetivo”, comentó la nutricionista.
Si por el contrario se salta algún tiempo de comida, el cuerpo notará esa ausencia y lo acumula en forma de grasa; asimismo si se prolonga la alimentación por más de 3 a 4 horas sin comer, se llegará con más hambre al siguiente tiempo de comida y comerá más de lo que se debe.
“Cuando sabemos que no nos alimentamos bien se debe buscar ayuda al igual que cuando tenemos malos hábitos. Usualmente las personas buscan ayuda cuando ya tienen algún problema de salud que requiere de más cuidados” concluyó Portilla.
Para mayor información o revisión médica puede llamar al número 2522-1000, o al correo electrónico citas@clinicabiblica.com, también vía chat en el sitio web www.clinicabiblica.com