La diabetes es un trastorno del metabolismo de la glucosa. Está caracterizado por hiperglicemia crónica, ya sea que se presente como diabetes tipo I, tipo II, o gestacional (durante el embarazo); todas tienen como factor común elevar los niveles de azúcar en la sangre.
Es importante, reconocer las primeras alertas y realizarse chequeos médicos de forma anual. Entre los síntomas más comunes se encuentra:
Sed excesiva
Micción excesiva
Apetito excesivo
Pérdida de peso
Manchas en cuello, axila, nudillos
Existen múltiples factores de riesgo que, pueden generar la aparición de esta enfermedad. Entre ellos se encuentra el sobrepeso o la obesidad, los antecedentes familiares, malos estilos de vida, altos niveles de estrés, y el sedentarismo.
Asimismo, la dislipidemia (aumento de los niveles de colesterol en la sangre), la hipertensión, y la diabetes gestacional pueden contribuir al desarrollo de este padecimiento.
“Lo malo de esta condición es que no presenta síntomas; y si los presenta ya son irreversibles”, explicó la doctora Laura Ulate, especialista en Endocrinología.
Existen mediciones que se pueden realizar en varios momentos del día, de la siguiente forma:
Persona sana: menos de 100 mg/dl en ayunas
Paciente diabético: más de 140 mg/dl en ayunas, y más de 200 mg/dl antes de tomar el tratamiento
Persona prediabética: entre 100 y 125 mg/dl en ayunas
Sin embargo, para conocer la condición del paciente, con tres meses de anterioridad, se necesita de un examen de sangre llamado hemoglobina glicosilada.
“Donde las personas sanas deben marcar menos de 5.6; los diabéticos deben registrar 6.5, y los prediabéticos (con alto riesgo de padecer diabetes) una cifra entre 5.6 y 6.4, siempre que no esté recibiendo ningún tratamiento”, detalló Ulate.
Puede repasar toda esta información a través del siguiente video: