San José, Costa Rica.
Texto escrito por la MPsc. Verónica Castro C., Psicóloga Clínica, Supervisora Certificada Terapia EMDR
Fundadora de Psicotrauma: Centro Costarricense de Psicotraumatología, en el Hospital Clínica Bíblica
Estar expuestos a noticieros o coberturas especiales producto de emergencias o catástrofes, puede desencadenar comportamientos y manifestaciones emocionales que comprometen la estabilidad del público (con mayor razón tratándose de niños). Las tragedias lejanas estimulan el mundo imaginario de los menores, por lo que pueden aparecer las pesadillas, inseguridades afectivas, miedo, ansiedad y agresividad.
El efecto lejano de un evento traumático puede estar representado por lo que les ocurre a otros, así sea en otro lugar o por lo que vamos viendo o escuchando a través de los diferentes medios de comunicación.
Un estudio realizado entre niños de 94 escuelas públicas de Nueva York en el 2002, un año después de los atentados del 11-S, reveló que el 26% mostraba al menos un problema de salud mental. Así mismo, otro estudio realizado por Bushman y Van der Molen sobre las reacciones de miedo y preocupación que la violencia televisiva (tanto ficción como noticiosa) causa en los niños, reveló con 572 menores entre 8 y 12 años, que cuando el contenido era violento (homicidios, terrorismo, guerra, tiroteos, incendios, accidentes, desastres naturales, hambruna, peleas), los asusta más cuando se describe como noticia que cuando es ficción.
Se requiere una intervención especial por parte de un adulto, capaz de controlar la confusión y la angustia de los más pequeños frente a situaciones violentas que acontecen en el mundo. Un adulto que brinde información certera, atendiendo la confusión y conteniendo de forma amorosa cualquier respuesta emocional reactiva a lo que escuchan u observan. Deberá responderse a las preguntas de forma adecuada y sencilla, considerando la capacidad del niño para asimilar y comprender lo que se expone, velando a la vez por no desencadenar mayor malestar o ansiedad.
Ver y analizar las noticias en familia, proporcionará a los niños el desarrollo de una actitud crítica y mayor tolerancia hacia lo que se procesa. La inmediatez de las respuestas deberá acompañarse de un tono de voz seguro y tranquilo, lo cual contribuirá con ordenar pensamientos que en principio son confusos, abstractos y hasta caóticos.
Es imprescindible qué como adultos, reflexionemos sobre los efectos de las imágenes a las que exponemos a nuestros pequeños, ya sean de guerra, violencia, terrorismo u otros hechos que acontecen.
Brindar información no significa que el miedo desaparezca, sino, que las reacciones o manifestaciones molestas se adecuen de una mejor manera a la realidad, lo cual facilitará que los niños experimenten menor malestar asociado a sus emociones.