San José, Costa Rica. Junio, 2014.
Usualmente utilizamos la palabra bipolar y la aplicamos a todos los que nos rodean, esto por diferentes acciones o reacciones que tienen, pero, ¿nos hemos puesto a averiguar de que se trata este trastorno?
La Msc. Melissa Céspedes Arias, Psicóloga clínica del Hospital Clínica Bíblica, explicó que “la bipolaridad, es un trastorno clínico, en el cual la persona tiene periodos de depresión y otros en los que está eufórico, o extremadamente feliz. Por eso, se habla de “bipolar” es decir, dos polos, que serían depresión y manía”.
Actualmente no existe una causa precisa a la que se pueda atribuir este mal, la padecen hombres y mujeres, y se presenta con mayor frecuencia en personas con antecedentes familiares de bipolaridad. Como muchos otros padecimientos existen síntomas o señales de que se sufre este trastorno, pero se presentan de forma distinta en todas las personas, por lo que varía en su intensidad y frecuencia.
Los síntomas varían según la fase en la que se encuentra la persona, por ejemplo:
En la fase maniaca: se puede observar impulsividad, euforia, comportamientos de riesgo: consumo excesivo de drogas, compras desmedidas, relaciones sexuales con muchas parejas, en general, la persona tiende a mostrarse en exceso activo, presenta dificultad para dormir, se distraen con facilidad, hablan de forma rápida.
En la fase depresiva: vemos estados de ánimo depresivo la mayor parte del día, sentimiento de culpa y desesperanza, pérdida de apetito, pérdida de interés por las actividades que antes le agradaban y aislamiento.
Según la psicóloga, “cada fase implica riesgos distintos, ya que en la depresiva pueden recaer en cuadros de depresión severa, que los puede llevar a atentar contra su vida; mientras que en la maniaca, pueden tomar conductas de riesgo y autodestructivas, así como disfunciones y alteraciones en todos los ámbitos en que se desenvuelve la persona, laboral, familiar, pareja, entre otros”.
En este tipo de trastornos, a partir de los 15 años se pueden observar rasgos clínicos: sin embargo, se tiende a diagnosticar a partir de los 18 años, y se presenta más en población adulta joven, entre los 27 y 30 años con mayor frecuencia, o bien personas con antecedentes familiares de bipolaridad.
La clasificación del trastorno bipolar es compleja, pueden presentarse cuadros únicos en los que se solo se presenta manía o solo depresión, o bien cuadros mixtos. También depende de la intensidad de los mismos, así como la duración.
“Para diagnosticarlo, se debe realizar una exhaustiva entrevista clínica, para determinar posibles antecedentes familiares que puedan predisponer el cuadro, indagar sobre las fluctuaciones del estado de ánimo en cuanto a tiempo y duración de las mismas, el médico puede solicitar exámenes de laboratorio para descartar alguna enfermedad que pueda provocar los síntomas”, comentó la especialista.
¿Cómo se trata la bipolaridad?
Si se identifica algún síntoma de manía o depresión, y si dichos síntomas interfieren significativamente en las distintas esferas en que se desenvuelve como la familia, trabajo o pareja; busque ayuda profesional. El especialista en salud mental deberá realizar:
- Una intervención integral, mediante una valoración con un médico especialista en salud mental y que realice un tratamiento farmacológico acorde con los síntomas depresivos y ansiosos, además de intervención psicológica.
- Tratamiento cognitivo conductual para trabajar con los factores de riesgo.
- Tratamiento psico-educativo y terapia familiar, pues dicho trastorno afecta la dinámica de la familia.
Recuerde que es muy importante tener un control estricto de la medicación, apoyo psicológico para controlar los síntomas, terapia familiar y terapia de grupo. Con esto se busca mejorar la calidad de vida, mediante tratamiento psicológico y psiquiátrico, aún no hay cura exacta, lo que se pretende es controlar los síntomas.
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