San José, Costa Rica. Febrero 2020.
¿Qué debo saber sobre las generalidades de la migraña?
La migraña es una de las causas más comunes de dolor recurrente, es uno de los principales motivos de consulta en Neurología, afecta aproximadamente al 11 % de la población mundial, y es una de las principales causas de afectación de la calidad de vida de las personas, tanto a nivel personal como laboral (ausentismo laboral, ausentismo escolar o universitario). Afecta, con mayor frecuencia, a mujeres que a hombres en una relación 3:1; esta puede aquejar tanto a niños como adolescentes, adultos jóvenes y adultos mayores, sin embargo, el periodo de mayor incidencia es entre los 12 y los 50 años.
Es común que, al inicio, los episodios de dolor de cabeza (cefalea) sean ocasionales (una vez al mes), pero de forma gradual pueden ocurrir prácticamente a diario. En estas circunstancias, y debido a la libre disponibilidad para comprar analgésicos de uso común (acetaminofén, migradorixina, diclofenaco, ibuprofeno), el paciente se automedica analgésicos de manera paulatina para reducir o detener las crisis de dolor, por lo que puede llegar a tomar, por ejemplo, hasta 120 tabletas mensuales de diferentes analgésicos, condición que más bien empeora los dolores de cabeza (cefalea por abuso de analgésicos).
¿Cómo puedo entender un poco mejor el origen de la migraña?
La migraña es una enfermedad compleja, pero lo más importante es saber que, a pesar de que el paciente percibe el dolor en la parte externa de la cabeza, cara y cuello, este no se relaciona en la mayoría de los casos con ninguna lesión cerebral intracraneal, es decir, no está relacionada ni con tumores cerebrales, ni meningitis infecciosa, ni con sangrados cerebrales ni con sinusitis aguda, etc. Esto significa que no es el “cerebro” del paciente la causa del dolor, aunque sea la cabeza donde se percibe; en realidad, duelen las estructuras externas del cráneo, las cuales se inflaman, como, por ejemplo: huesos del cráneo, vértebras cervicales, músculos que se insertan en el cráneo, músculos cervicales, cuero cabelludo, piel, huesos de la cara, arterias, venas y nervios de la superficie externa de la cabeza, entre otros.
Se activa un nervio craneal, el cual es el responsable de transmitir la sensibilidad a toda la región de la cabeza, cara y cuello, conocido como el nervio trigémino (tres ramas), del cual hay una rama a cada lado de la cabeza y nace en el tallo cerebral (en el puente). Este nervio se interconecta con las pequeñas arterias y venas ubicadas en la parte externa del cráneo por debajo de la piel y músculos, libera algunas sustancias químicas y mediadores inflamatorios, lo que lleva a causar dolor cráneocervicofacial.
¿Se presentan las crisis de migraña de igual manera en las personas?
Las crisis de migraña son de localización cambiante: a veces duele la frente, a veces solo un lado de la cabeza, toda la cabeza, que sea en la parte posterior del cráneo, etc., esto es lo usual en la migraña. Es común que exista mucha hipersensibilidad cutánea a nivel del cuero cabelludo o incluso en los músculos cervicales. En ocasiones, se inflama la región alrededor del ojo del lado que más duele la cabeza; también, se puede percibir adormecimiento u hormigueo de un lado de la cara, adormecimiento de la lengua, inflamación y caída del párpado, mucha obstrucción o secreción nasal. La duración del dolor es variable, desde unas cuantas horas hasta varios días consecutivos (4 h-72 h).
Aparte del dolor intenso, el paciente puede percibir alguno o varios de los siguientes síntomas acompañantes: mucha intolerancia a la luz (fotofobia), intolerancia al ruido (fonofobia), intolerancia a olores y alimentos (osmofobia), náuseas, vómitos, mucho vértigo, irritabilidad, lentitud para pensar y hablar, dificultad para articular palabras (disartria), adormecimiento de un lado de la cara o del brazo y torpeza o debilidad de un brazo.
En un grupo menor de pacientes, el dolor de cabeza puede ser precedido por un “aviso” o aura, y es un aura visual (20 % de los pacientes) la mayoría de las veces. Dicha aura visual, la cual puede tener una duración de entre 20 a 30 minutos antes de que el dolor de cabeza inicie, posiblemente se manifieste como visión borrosa, ver “estrellitas” o “candelitas” en el campo visual, ver zigzags o “culebritas”, pérdida transitoria de la visión de uno o los dos ojos. Muchos pacientes (80 %) también experimentan (lo que se conoce como “fase prodrómica” de la migraña) los siguientes síntomas: bostezos frecuentes, zumbidos en los oídos, cambios del humor, lentitud física y mental, ansiedad por comer dulces, mucha sed, insomnio durante las horas previas al dolor. Además, posterior a la crisis de dolor (fase posdrómica) el paciente queda cansado, aturdido, lento física y mentalmente por varios días.
¿Cuáles son las causas principales de la migraña?
Se sabe que, en hasta un 60 % de los pacientes con migraña, hay un antecedente familiar (herencia), es decir, que los padres o abuelos del paciente tienen o han tenido migraña. Al ser más frecuente en mujeres, la relación con el ciclo menstrual y las hormonas externas (anticonceptivos orales) son una causa común (ovulación, inicio de la menstruación, menopausia). Otras causas muy comunes son el exceso de estrés emocional, dormir mal (insomnio, sueño interrumpido o fragmentado, dormir pocas horas o dormir en exceso), abuso de analgésicos, ayuno prolongado, deshidratación, ejercicio físico excesivo o intenso, olores irritantes (perfumes, detergentes, humo cigarro), ruidos intensos, cambios bruscos de temperatura o de altitud, bebidas alcohólicas (vino tinto) y algunos alimentos.
¿Existe una cura definitiva para la migraña? ¿Se pueden reducir las crisis de dolor?
La migraña es una enfermedad crónica, es decir, estará presente durante toda la vida del paciente; usualmente, no da complicaciones. También, tiene periodos de incremento o empeoramiento de las crisis de dolor con periodos de remisión o reducción de estas. No existe cura para dicha enfermedad, pero en la actualidad se dispone de varias modalidades preventivas para reducir la frecuencia, intensidad y duración de las migrañas, mejorando así la calidad de vida de las personas. Estos se conocen, precisamente, como medicamentos preventivos.
Los más usados son los fármacos neuromoduladores (no son analgésicos), entre los cuales se encuentran: topiramato (Topamac®/Topictal®), escitalopram (Lexapro®/Neuroipran®), ácido valproico (Epival®), amitriptilina, propranolol (Inderal®), entre otros muchos. Dichos medicamentos son de uso diario (haya o no dolor), y el inicio de acción es lento, por eso requieren entre 2-3 semanas de uso continuo para iniciar el efecto positivo. Se deben tomar al menos por dos meses consecutivos antes de descartar su efectividad y mantenerlos por lo menos seis meses continuos. Además, para casos muy severos, también se puede utilizar la toxina botulínica (Botox®/Dyspor®), aplicándola cada cuatro meses en diferentes músculos de la cabeza y cuello, esta toxina irá bloqueando lentamente las ramas del nervio trigémino y relajando ciertos músculos inflamados que causan el dolor.
Otra alternativa es emplear un dispositivo externo (similar a una diadema) todos los días e incluso durante las crisis de dolor, llamando Cefaly®; que envía ondas vibratorias hacia el nervio trigémino y lo bloquea. Por último, en los próximos meses, a nivel privado estará disponible en el país un medicamento preventivo novedoso que se aplica vía subcutánea (similar a como se aplica la insulina) una vez al mes; tal medicamento pertenece al grupo de fármacos conocidos como anticuerpos monoclónales, y el compuesto activo se llama Erenumab. Las marcas comerciales para el continente americano son Aimovig® y Pasurta®.
¿Cuáles son los alimentos que pueden desencadenar una migraña?
No hay cura como tal para la migraña, pero evitar ciertos factores detonantes puede ayudar. Uno de estos son los alimentos, no solo el tipo, sino también cuándo se comen. La respuesta sintomática puede variar enormemente de persona en persona, así que es importante lograr encontrar cuáles son los detonantes para cada paciente. Algunos de los más comunes tienden a ser:
1. Cafeína. En el caso de las personas dependientes de la cafeína, se ha encontrado que consumir 80 mg de cafeína menos del consumo usual pueden provocar un dolor de cabeza.
2. Saltarse tiempos de comida. Pasar mucho tiempo sin comer o tomar líquidos, se provocaría un dolor de cabeza. Esto puede ser común a diferentes tipos de profesiones, como enfermeras, médicos con jornadas largas, docentes, trabajadores de construcción y transportistas, que tienen menos acceso a baños y por ende se subhidratan.
3. Carnes curadas y quesos maduros. Los nitritos y nitratos presentes en el salami y otras carnes maduras serían causantes de migraña. Además, con el paso del tiempo, el proceso de maduración en los quesos aumenta una sustancia llamada tiramina, que podría ser el origen de una migraña. Asimismo, tanto el banano como el plátano maduro son otros alimentos que, en altas cantidades, aportarían niveles significativos de tiramina.
4. Alcohol. Cualquier tipo de bebida alcohólica puede relajar los vasos sanguíneos, aumentando así el flujo de sangre al cerebro y desencadenar migraña. Por otro lado, el vino tinto suele ser un culpable de migraña debido a la presencia de taninos y preservantes a base de sulfito.
5. Glutamato de monosodio (MSG). El glutamato es un neurotransmisor excitatorio, y puede generar un ataque de migraña. Está presente en la comida china, pero también conviene revisar las etiquetas nutricionales de snacks preparados, los condimentos que se usan a diario en la casa, salsas, y aderezos para ensalada.
6. Frutas cítricas. Al igual que otras frutas ácidas como la piña, las frutas cítricas pueden causar irritación gástrica, lo que podría desencadenar migraña.
7. Chocolate. Se debe a una cadena de eventos a nivel de las bacterias gastrointestinales, hay personas con un mayor número de bacterias que convierten los nitratos encontrados en el chocolate (también quesos maduros, carnes procesadas y vino tinto) en subproductos que efectivamente causan migraña.
8. Alimentos picantes. Las sustancias encontradas en el chile picante interaccionan con receptores para el dolor, los cuales disminuyen el límite para desarrollar una migraña.
9. Alimentos o bebidas con aspartame o sucralosa. Aún se desconoce exactamente por qué, pero estos edulcorantes artificiales pueden causar migrañas.
Si usted sospecha que ciertos alimentos son detonantes de síntomas de migraña, se recomienda:
Iniciar un diario de comidas con los posibles sospechosos de sus síntomas. Las crisis pueden comenzar minutos u horas después de ingerir estos alimentos o incluso hasta el día siguiente (amanecer con migraña posterior a haber cenado algún alimento detonante).
- Eliminar los alimentos más obvios que están causando síntomas.
- Considere visitar a un profesional en nutrición si requiere de más asesoramiento nutricional.
- Las personas con las siguientes enfermedades digestivas son más propensos a crisis de migraña: intolerancia al gluten (enfermedad celiaca), infección estomacal por la bacteria Helicobacter pylori, estreñimiento crónico y síndrome de colon irritable. En todos, el común denominador es el proceso inflamatorio crónico a nivel de las paredes internas del tracto digestivo, lo cual genera que ciertas sustancias tóxicas inflamatorias lleguen a través del torrente sanguíneo hasta el sistema nervioso central, activando el sistema trigémino-vascular.
¿Existe alguna relación entre el estrés y la migraña?
Es importante recordar que somos seres integrales, y que lo psicológico o afectivo tiene repercusiones en el cuerpo, a través de enfermedades y padecimientos.
El estrés como tal viene a ser una respuesta del organismo a factores internos (pensamientos, recuerdos) y externos (eventos, situaciones laborales). Afecta a gran parte de la población y puede volverse crónico desencadenando, por ejemplo, el síndrome del burn out o del quemado.
Perjudica tres áreas:
- Cognitivo: pensamientos recurrentes, desconcentración, pérdida de atención, etc.
- Afectivo: humor depresivo, ansiedad, trastornos del estado de ánimo en general.
- Sociales: a nivel de relaciones sociales con la familia, entorno laboral.
- Somático: afecciones de tipo físico, ahí entran las migrañas.
Por tal motivo, deben tomarse medidas para hacerle frente:
- Practicar técnicas de relajación, meditación.
- Mindfulness.
- Buscar espacio de recreación y deporte.
- Diseñar estrategias de auto cuidado personal.
- Reforzar las áreas sociales y de pasatiempos.
- Conectar con los seres queridos.
- Practicar el buen humor.
- Organizar el tiempo laboral de forma efectiva.
Es importante valorar los posibles desencadenantes de los cuadros migrañosos, que estén relacionados con aspectos de la cotidianidad para tomar medidas.
Fuente:
Dr. Luis Rosales Bravo, neurólogo
Dra. Kathryn von Saalfeld Kostka, nutricionista
M. Sc. Melissa Céspedes Arias, psicóloga clínica
Hospital Clínica Bíblica